Artilleros rusos se entrenan con el destructor sistema de lanzallamas pesado Solntsepiok

Tremendo efecto psicológico e impacto arrasador de enormes superficies.

Las dotaciones de lanzamisiles pesados TOS-1A Solntsepiok del Distrito Militar Occidental de Rusia han llevado a cabo ejercicios en el polígono de Luga, situado cerca de San Petersburgo, en el marco de unas pruebas de tácticas de apoyo de fuego integral, informa el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso.

Las dotaciones de estos lanzamisiles de carga termobárica se entrenaron en impactar blancos de 100 por 100 metros de superficie desde una distancia de 3.000 metros. Los lanzamientos se realizaron tanto de misiles individuales como de salvas completas. 

Además, los especialistas de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica practicaron misiones de encubrimiento de sistemas de información visual y de guiado de misiles enemigos a instalaciones y posiciones de los sistemas de misiles tácticos Iskander. Para lograrlo, se utilizaron dispositivos que dispersan un aerosol que crea una cortina de más de un kilómetro de longitud y mantiene su efecto contra medios de reconocimiento enemigos durante un periodo de 4 a 8 horas. 

¿Qué son los Solntsepiok?

El sistema TOS-1A Solntsepiok y sus poderosas municiones están diseñados para destruir posiciones enemigas fortificadas y su capacidad destructiva es superada solamente por las armas nucleares tácticas. 

Las instalaciones de lanzamiento portan una batería de 24 misiles no guiados de calibre 220 mm, que se montan sobre la plataforma del tanque T-72. 

Los misiles termobáricos con líquido inflamable que utilizan no vuelan grandes distancias y su alcance no supera los 6 kilómetros, ya que la mayor parte de los tres metros que miden estos proyectiles no la ocupa el motor, sino la propia carga explosiva. 

Los misiles de este tipo de sistemas explotan sobre su objetivo formando una nube de aerosol incendiario que se activa de inmediato, anulando cualquier opción de salvación para los enemigos que se encuentran en esa zona. 

Las fortificaciones, trincheras y desniveles del terreno no suponen obstáculo alguno para que la nube explosiva penetre en todas partes. La temperatura en la zona de acción alcanza los 2.000 grados.